Los instrumentos de percusión son los primeros elementos sonoros que creó el hombre, en su trabajo diario y en sus diferentes fiestas, para producir sonidos y ritmos. Su origen se remonta a las primitivas sociedades africanas y asiáticas, marcado por su papel mágico y su acentuada función social.
Tumbadora o Conga.
La tumbadora, es un instrumento antiguo no originario de América, aunque su desarrollo se remonta a la colonización en este continente; época en la cual llegaron, provenientes de África, esclavos de raza negra traídos para efectuar los trabajos azarosos y difíciles.
Los negros del África trajeron consigo toda su cultura, y por consiguiente también llegaron todos sus tambores, que eran muy importantes en las fiestas religiosas de las tribus de ese Continente.
Estos tambores fueron adaptados a los materiales y la tecnología occidentales (Europeas) de acuerdo con sus necesidades, perpetuando de esta forma la memoria musical de sus antepasados.
Existen varias teorías acerca del origen en América de la Conga o Tumbadora.
La primera nos habla de los barriles encerrados dentro de los cuales se transportaba bacalao, que, una vez vacíos eran percutidos por los marineros y gente de los puertos de las Antillas y de los “solares” o suburbios que se formaron en la periferia de los pueblos luego de la abolición de la esclavitud.
Estos barriles parece que producían un sonido profundo y agradable, muy parecido al sonido que entrega la Conga o Tumbadora hoy día. De estos barriles es que sale el sonido y repercusión conocido como la Bomba de Puerto Rico.
De la Tumba Francesa haitiana que se desarrollo eventualmente en Cuba, es que salen luego, la Rumba y el Guaguancó.
El Cencerro.
La campana o cencerro es una derivación del ekón utilizado en la actualidad y se adquiere fabricado como instrumento musical, proviene de un cencerro de los utilizados para el ganado al que se le quita el badajo y se le golpea con un palo duro de madera.
Hay campanas de distintas formas y tamaños, existiendo por tanto gran cantidad de sonidos. Son de latón o cobre con diferentes acabados superficiales. Tiene varios sonidos según como se sujete, como y dónde se golpee y de si se apoyan o no los dedos sobre la chapa. Suele ser tocada por el bongosero alternándola con el bongó aunque a veces su utilización es simultánea fijando la campana a un pedal.
Es un instrumento sonoro originalmente dedicado al ganado vacuno para su ubicación. Sin embargo es utilizado por los puertorriqueños para crear una sonoridad del tipo orquestal que guarda relación con otros instrumentos orquestales. Se convierte así en su clave. El boricua o puertorriqueño se distingue por el sabio uso instrumental de la campana para crear una sonoridad que le convierte ciertamente en un instrumento musical. Su mas emblemático exponente lo es el puertorriqueño Roberto Roena. Sin este instrumento la Salsa estaría incompleta. Actualmente, todas los agrupaciones boricuas utilizan el cencerro o campana como partes de sus instrumentos musicales. No así las agrupaciones cubanas, o muy poquísimas de ellas.
Las Maracas
La maraca, según la clasificación organológica de Sachs, es un instrumento "idiófono sacudido", tipo sonajero, del grupo de las sonajas de receptáculo (calabaza, cesto, caja, tubo, anillo hueco, bola hueca), en el que se encierran las partes sonoras que se golpean entre sí y contra las paredes del receptáculo, por la sacudida del instrumento.
La maraca más común es la de calabaza, que se toca sosteniéndola por su cuello natural o por un mango de madera y agitándola para golpear los pequeños guijarros, semillas secas u otros elementos, contra las paredes reforzadas interiormente por unas largas y duras espinas.
Las maracas fueron creados y primero usado por los indios natales de Puerto Rico: los Tainos, como un instrumento de música de percusión. Un par de estos se usa para crear el sonido único y tan común en la música de Puerto Rico y Latinoamérica.
Las maracas son hechos de la fruta del árbol higuera que es común en todas partes de Puerto Rico. La fruta debe ser alrededor y pequeña. Después del sacar la pulpa de la fruta a través de dos agujeros perforados en la cáscara seca, pequeños guijarros son introducidos en ello. Entonces una manija es encajada a la cáscara de la fruta seca. Se usa una cantidad desigual de guijarros en el par que constituye las maracas, para producir su sonido distintivo.
En la música de salsa las maracas se ha desarrollado como uno de los instrumentos de percusión más importantes porque proveen el ritmo en el espectro de frecuencia alto. Quizás su importancia a la salsa se parece al papel de "hihat" y el tambor de trampa en la música popular y rock.
Hoy en día, las maracas están hechas de nuevos materiales como el plástico, pero se usan en la misma manera, realizan el mismo rol en la música Latina y retienen el mismo sonido.
EL BONGO
Bongo es el término para una variedad de pequeños tambores de raíces Africanas. Consiste en un par de pequeños tambores desiguales en su tamaño. El más pequeño del par se llama "el macho", o el tambor menor, mientras el más grande se llama el tambor "femenino" o principal. Bongos son una parte integral de la percusión en la música latina, particularmente como un instrumento de solo. Se toca principalmente sentando, sostenidos entre las rodillas. En los años 1920 los bongos era afinados más bajo que hoy en día y tocados con una técnica más parecido a la conga. Las pieles fueron clavadas con tachuelas, y para mantener la sintonía el "bongosero" usaba un pequeño brasero de carbón que guardaba a sus pies. El bongo moderno es afinado mucho más alto para mejor llevar a cabo su papel como el solista en la sección de ritmo. La técnica moderna de tocarlo esta basada en un modelo de tocar la piel que se llama el "Martillo". El jugador de bongo puede también tocar otros instrumentos de percusión como sobre el cencerro, en particular cuando la intensidad rítmica y el volumen aumentan.